Pensamiento
Enriquecimiento para todo el alumnado.
¿Cómo enseñar y aprender a pensar?
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Texto: Coral Elizondo
@coralelizondo
Fotografía: Ana Elizondo
MiradaBel @anaelizondo9
PENSAMIENTO EFICAZ
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La psicología del pensamiento ha ido evolucionando a la vez que lo hacía la psicología como ciencia. El hecho de ser un proceso inobservable hizo que el estudio del pensamiento se viese en ocasiones relegado a un segundo plano. En la mitad del siglo XX, la psicología cognitiva introdujo el estudio de los procesos mentales y supuso por lo tanto dar una visibilidad al estudio del pensamiento descartando el método introspectivo como única metodología. En ese momento, estudiosos del pensamiento se plantearon estudiar todas las formas de razonamiento posible, entendiendo que el razonamiento es uno de los procesos cognitivos básicos por medio del cual utilizamos y aplicamos nuestro conocimiento previo permitiendo por lo tanto pasar de una información a otra realizando inferencias, si bien se evidenció que no todas las inferencias eran igual de válidas.
Los estudios psicológicos sobre el pensamiento siguieron las dos ramas de la lógica sobre razonamiento deductivo (parte de unas premisas para alcanzar una conclusión que sigue necesariamente a las mismas) y sobre el razonamiento inductivo (se alcanza la conclusión que está más o menos apoyada por las premisas). Un argumento deductivo es válido, mientras que un argumento inductivo es más o menos probable. Los resultados experimentales sobre el razonamiento mostraron que las respuestas de los sujetos no se ajustaban a las marcadas por los modelos normativos (teoría de la lógica formal para el razonamiento deductivo y teorema de Bayes para el razonamiento inductivo) apareciendo errores de razonamiento sistemáticos o sesgos que ponían de manifiesto que los humanos somos un sistema con unos recursos de procesamiento limitados y evidenciando también que las personas utilizamos heurísticos o atajos mentales del pensamiento en una gran variedad de tareas.
A principios de los años 70 se empieza a hablar de lógica informal o de razonamiento informal, estudios que constituirán la base para el pensamiento crítico, y se hace desde tres campos: la filosofía, la psicología y la educación. En este último campo es donde Perkins, Costa, Swartz… entre otros, han desarrollado su labor hacia la enseñanza de un pensamiento profundo y eficaz en las aulas, a enseñar a comprender y pensar sobre los contenidos. Perkins persigue además “unas escuelas que brinden conocimientos y comprensión a un gran número de personas con distintas capacidades e intereses y provinientes de medios culturales y familiares distintos” (Perkins 2008, pág. 16)
Para Swartz y colaboradores, “el pensamiento eficaz se refiere a la aplicación competente y estratégica de destrezas de pensamiento y hábitos de la mente productivos que nos permiten llevar a cabo actos meditados de pensamientos, como tomar decisiones, argumentar y otras acciones analíticas, creativas o críticas. Los individuos que son capaces de pensar con eficiencia pueden emplear, y de hecho emplean, esas destrezas y hábitos por iniciativa propia, y son capaces de monitorizar su uso cuando les hace falta” (Swartz, Costa, Beyer, Reagan, & Kallick, 2013, pág. 15)
Libros citados
González, M. J. (2001). Introducción a la psicología del pensamiento (2ª ed.). Madrid: Trotta.
Perkins, D. (2008). La escuela inteligente. Del adiestramiento de la memoria a la educación de la mente. Barcelona: Gedisa.
Saiz, C. (2002). Pensamiento crítico. Conceptos básicos y actividades prácticas. . Madrid: Síntesis.
Swartz, R., Costa, A., Beyer, B., Reagan, R., & Kallick, B. (2013). El aprendizaje basado en el pensamiento. Cómo desarrollar en los alumnos las competencias del siglo XXI. Madrid: sm.
¿QUÉ ENTENDEMOS POR CULTURA DE PENSAMIENTO?
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El estudio de cómo llevar al aula la enseñanza del pensamiento comienzó a finales de los años 60 con la implantación de programas concretos para enseñar a pensar. Estos programas tenían unos principios comunes a todos ellos: el carácter multifactorial de la inteligencia; una concepción ambientalista y dinámica de la inteligencia; distinción entre competencia y ejecución, potencial de aprendizaje de Vygotski; la ejecución cognitiva puede ser modificada; una perspectiva estratégica (para mejorar la inteligencia se debe actuar sobre el “saber hacer”, habilidades, destrezas, procesos, estrategias…) y funcional (inteligencia en acción) de la inteligencia y la importancia de los aspectos motivacionales. Programas como CoRT de De Bono (1967,1976); Filosofía para niños de LIPMAN (1976,1980), Proyecto de inteligencia de Harvard (1979); Programa de Enriquecimiento Instrumental, PEI de Feurstein (1980); Inteligencia aplicada de Sternberg (1985)…, por citar algunos de los más conocidos, tuvieron su desarrollo en los años 70/80 fundamentalmente con resultados positivos en el CI, en el entrenamiento de componentes cognitivos, en la mejora de la metacognición…, pero con serias limitaciones sobre el poder de generalización, debido a la la brevedad del programa. En la actualidad, se están dejando de lado estos programas específicos vacíos de contenido curricular, para dar paso a herramientas o estrategias que favorezcan el pensamiento incluidas en el currículo. Lo que Swartz denomina “infusión de pensamiento dentro de los contenidos de aprendizaje” y que conlleva que el buen pensamiento impregne todas nuestras actuaciones.
Perkins en el libro “Un aula para pensar” habla de “preparar a los alumnos para que en un futuro puedan resolver problemas con eficacia, tomar decisiones bien meditadas y disfrutar de toda una vida de aprendizaje” Pero ¿qué entendemos por cultura del pensamiento? Perkins la define como una “una cultura donde el pensamiento es parte del aire” en la entrevista de Zona educativa en Julio de 1997 y en su libro “Un aula para pensar” habla de que el espíritu del buen pensamiento esté en todas partes. De que debe existir la sensación de que "todos lo están haciendo": todos incluso el docente se están esforzando para ser reflexivos, inquisidores e imaginativos. Todos se están esforzando por ser buenos pensadores. Ron Ritchhart en su libro “Intellectual Character” explica que “una cultura de penseamiento se crea en aqullos lugares en los que el pensamiento individual y de grupo es valorado y se hace visible, y se promueve de forma activa como parte de las experiencias cotidianas y habituales de los miembros del grupo”
Libros citados: Tishman, S.; Perkins, D.; Jay, E. (2001). Un aula para pensar (aprender y enseñar en una cultura del pensamiento). Buenos Aires: Aique.
DIMENSIONES
DE UNA CULTURA DE PENSAMIENTO
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Perkins, en el libro citado anteriormente explica que “el hecho de poseer una habilidad, no garantiza que uno vaya a utilizarla”, para que se convierta en parte de la conducta es necesario cultivarla y desarrollarla. En la misma línea y mucho antes que él Séneca decía “como el suelo por rico que sea no puede dar fruto si no se cultiva, la mente sin cultivo tampoco puede producir”, en definitiva, los dos están hablando de cultivar el pensamiento. Swartz & cols. en el libro “El aprendizaje basado en el pensamiento”, defienden la integración de la enseñanza del pensamiento eficaz en la enseñaza de los contenidos de cualquier nivel educativo y en cualquier área de conocimiento. Lo que nos viene a insistir en el aprendizaje del pensamiento en las aulas, en el cultivo del mismo y en impregnar todas las actuaciones educativas con técnicas de buen pensamiento, de pensamiento eficaz.
Perkins habla de seis dimensiones de la cultura del pensamiento:
1. Lenguaje del pensamiento.
Debemos utilizar en el aula verbos para describir la vida de la mente, para describir el pensamiento. Contamos con un listado grande en la taxonomía de Bloom. Afirmar, inferir, describir, defender, interrelacionar, comparar, contrastar, ejecutar, crear… son sólo algunos de los ejemplos. Pero, ¿por qué es necesario utilizar este lenguaje del pensamiento?, fundamentalmente para comunicarse con mayor precisión e inteligencia y porque el lenguaje del pensamiento comunica y refuerza las normas del pensamiento. Si en el aula sólo preguntamos ¿por qué crees que…? estamos favoreciendo un pensamiento pobre, mientras que si preguntamos “dime las razones que apoyen tu punto de vista” guiamos el pensamiento hacia una pensamiento más profundo. Cuando en el aula hagamos preguntas no usar pensar y sentir a menudo, intentar constuir preguntas más precisas relacionadas con la opinión, hipótesis, especulación o conclusión.
Para enriquecer el lenguaje del pensamiento en el aula debemos ser conscientes también de nuestro propio pensamiento, preguntas como
¿qué razones crees que…, qué opinas y por qué…; en que se basa para…. o en que te basas para….? deben formar parte de nuestra cultura del aula.
Pero también podemos tener un cartel con un listado de verbos para describir el pensamiento de forma que el alumnado lo utilice al hablar y expresarse, o tener un lugar donde exponer la palabra del día/semana que hemos aprendido o al debatir cambiar de perspectiva con el fin de argumentar desde otro punto de vista.
Estas serían algunas de las actividades que podrían hacerse.
2. Predisposiciones del pensamiento.
Lo que distingue un buen pensador de un pensador promedio no es su aptitud cognitiva superior, sino su predisposición al pensamiento. Es decir, su tendencia constante a explorar, inquirir y profundizar en nuevas áreas, pero sobre todo su tendencia constante a pensar y a ser organizado. Características como: curioso, cuestionador, razonar clara y cuidadosamente… son solo algunas del buen pensador1
3. Metacognición o pensar sobre el pensamiento.
Binet (1905) fue el primero en hablar de la autocrítica como un componente central de la inteligencia. Brown (1978) definió la metacgonición como “el conocimiento de nuestras
cogniciones” si bien posteriormente se haría hincapié en la función autorreguladora y no solo cognitiva, en esta línea estarían Sternberg y Perkins y por supuesto Costa con sus hábitos de la mente. La metacognición como área de estudio comienza su andadura en la década de los 80, considerándose en aquel momento a la corriente metacognitiva como una revolución en la enseñanza. En la actualidad se sigue trabajando en esta línea al considerar la importancia para conseguir un pensamiento eficaz y favorecer una autonomía reflexiva en el alumnado.
Muy interesante en esta línea serían los diarios de aprendizaje con los que además se trabaja la inteligencia intrapersonal y la escalera de la metacognición de Robert Swartz con los que estaríamos desarrollando procesos cognitivos de orden superior
Ejemplos de diarios http://adcsancho.blogspot.com.es/p/diarios.html
4. Espíritu estratégico.
Fomentar en el aula el espíritu estratégico, es estimular al alumnado el entusiasmo por el pensamiento sistemático y planificado, para que construyan y usen estrategias de pensamiento como respuesta a desafios intelectuales y de aprendizaje.
5. Conocimiento de orden superior. Mientras que las tres dimensiones anteriores estaban relacionadas con los hábitos de la mente. Esta dimensión, al igual que la primera, está relacionado con los procesos cognitivos, con la taxonomía de Bloom de la que hablaremos en otro apartado.
6. Transferir. Se refiere a la aplicación de conocimientos y estrategias de un contexto a otro. Se refiere también a encontrar relación entre áreas de conocimiento diferentes, a ser capaz de aplicar conocimientos previos y experiencias a situaciones nuevas y desconocidas. El profesorado debe ser capaz de construir andamios y puentes para hacer esa conexión entre conocimientos, para recorrer el camino de nuevos aprendizaje
CONDICIONES NECESARIAS PARA CREAR UNA CULTURA DE PENSAMIENTO EN EL AULA
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Los investigadores del Proyecto Zero encontraron ocho condiciones necesarias para crear una cultura de pensamiento en el aula y que debemos tener en cuenta a la hora de desarrollar las habilidades de pensamiento de nuestros alumnos. Hemos visto que ser buen pensador significa tener habilidades de pensamiento, pero para que estas habilidades se conviertan en parte de la conducta deben desarrollarse y fomentarse, haciéndolo visible y valorado.
1. Tiempo. Es necesario dedicar tiempo a pensar.
2. Oportunidades. Ofrecer oportunidades para pensar. Fundamentalmente experiencias reales que motiven al alumnado. Muy interesante trabajar con proyectos, puesto que parten siempre de un contenido significativo, real y cercano, con preguntas que provocan la necesidad de saber y aprender y ofreciendo un revisión y reflexión sobre el trabajo realizado.
3. Rutinas y estructuras. Estructurar el pensamiento de los alumnos con modelos de pensamiento que luego ellos puedan utilizar con autonomía.
4. Lenguaje. En el capítulo anterior hemos visto que debemos utilizar en el aula verbos para describir la vida de la mente, para describir el pensamiento. Contamos con un listado grande en la taxonomía de Bloom. Afirmar, inferir, describir, defender, interrelacionar, comparar, contrastar, ejecutar, crear… son sólo algunos de los ejemplos que veremos con más detenimiento a continuación.
5. Creación de modelos. El pensamiento visible permite que todos seamos modelos para otros. Cuando se debaten, juzgan o discuten ideas en clase, desarrollamos las habilidades de pensamiento de todos los que allí participan, cuando nosotros como docentes utilizamos preguntas como preguntas como ¿qué razones crees que…, qué opinas y por qué…; en que se basa para…. o en que te basas para….? Actuamos de ejemplo y modelo y hacemos que este lenguaje forme parte de nuestra cultura del aula.
6. La interrelación y las relaciones. Respetar y valorar las aportaciones de todo el alumnado. Esta condición está relacionada con la educación inclusiva, todo nuestro alumnado está en el aula participando de la actividad que allí hacemos. Además les escuchamos y ponemos en valor sus intervenciones.
7. El entorno físico. Agradable que permita hacer visible el pensamiento.
8. Expectativas. Otra vez la educación inclusiva, el profesorado tiene altas expectativas para todo el alumnado y las transmite con claridad. Ya hemos visto en el punto 6 la importancia de que el profesor valore el pensamiento de todos sus alummos.
HERRAMIENTAS PARA ENSEÑAR A PENSAR
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Son
3 las herramientas que usaremos para enseñar a pensar
— Rutinas:
son un modelo o patrón sencillo de razonamiento (Perkins ,1997)
— Destrezas: son
conductas inteligentes que emplean procedimientos reflexivos específicos (Swartz,
2013).
Incluyen:
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La toma de decisiones
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La resolución de problemas
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La conceptualización
-
La Metacognición es
inherente al proceso. Es la capacidad que tenemos de autorregular el propio aprendizaje
— Hábitos de la mente, o
características de lo que hacen las personas inteligentes conductas
inteligentes (Costa, 1991).
1. RUTINAS
DE PENSAMIENTO
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“Las rutinas de pensamiento (RdP) son patrones sencillos de pensamiento que pueden ser utilizados una y otra vez, hasta convertirse en parte del aprendizaje de la asignatura misma”. Perkins, 1997 Las rutinas de pensamiento persiguen desarrollar las capacidades del alumnado, hacer visible el pensamiento y lograr una mayor implicación en el contenido a explorar y fueron desarrolladas en el proyecto “Visible Thinking” del Proyecto Zero. Los investigadores principales más conocidos son David Perkins, Ron Ritchhart, Shari Tishman…
Las rutinas permiten generar pensamientos, razonar y reflexionar, ayudan por lo tanto al alumnado a desarrollar su habilidad e inclinación para pensar y tienen unas características muy concretas:
• Están orientadas hacia una meta y provocan un tipo concreto de pensamiento;
• Se han de usar repetidamente en el aula para que lleguen a convertirse en un modo natural de razonar y trabajar los contenidos curriculares de una asignatura.
• Están conformadas por pocos pasos; son breves y sencillas.
• Son fáciles de aprender y de enseñar.
• Son fáciles de utilizar por los alumnos.
• Pueden ser utilizadas en una gran variedad de contextos.
• Se pueden aplicar de manera grupal o individual. C
Cada rutina tiene un nombre que la identifica y es fácil de recordar.
Se pueden realizar individualmente o en grupo, si bien siempre es recomendable comenzar con reflexiones individuales
y se agrupan según objetivos que persiguen:
• Captar la esencia y sacar conclusiones. HEADLINES o titular. Palabra-‐idea-‐frase. CSI. Color, Símbolo, Imagen.
• Establecer conexiones. 3-‐2-‐1 PUENTE. Relacionar, ampliar, preguntar. Generar, clasificar, relacionar, desarrollar. Pienso, me interesa, investigo. Antes pensaba, ahora pienso. Piensa, conecta, explora.
• Crear explicaciones. Brújula. Preguntas provocadoras. Piensa y comparte en pareja. ¿Qué te hace pensar eso?
• Considerar distintos puntos de vista. Círculo de puntos de vista
• Describir lo que está ocurriendo. Veo, pienso, me pregunto. Observar, pensar, preguntarse. • Razonar con evidencias. Problema-‐solución. El semáforo. Puntos cardinales. Pensar, problematizar, explorar. ¿Qué te hace decir eso?
En esta web http://www.pz.harvard.edu/ encontraréis vídeos, libros, proyectos, cursos on line, recursos… y en este vídeo en inglés explican las rutinas https://vimeo.com/108000553
para saber mas sobre rutinas de pensamiento pulsa aqui
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